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sábado, 5 de julio de 2014

TÉCNICAS PARA MEJORAR EL AUTOCONTROL.


LA TÉCNICA DE LA TORTUGA.

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FUENTE:
http://www.aprendiendocon-tdah.com/

CANCIÓN INFANTIL: ME TRANQUILIZO



FUENTE:
http://www.cesargarciarincon.com/

miércoles, 2 de julio de 2014

No soy tonto, ni vago, ni malo…Aunque no lo ves, mi cerebro tiene TDAH.

Todos aquellos que tenemos contacto con niños, tengan problemas o no, sabemos que ante determinadas circunstancias o situaciones, son especialistas en conseguir que nuestros nervios afloren en algunos momentos. Es completamente normal. Deja de ser normal cuando esos momentos pasan de ser “algunos” a ser casi “continuos”, ésta es línea que separa lo que es normal de lo que no lo es, la frecuencia y la intensidad de los problemas.
Deberíamos ser capaces de concienciarnos de que son los  COMPORTAMIENTOS del Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) y  no los niños los que consiguen hacernos estallar. La comprensión e interiorización de esta afirmación, que en principio puede parecer irrelevante, es lo que marca la diferencia entre poder ayudar al niño a superar sus dificultades o a mantenerlas e incluso crearle otras como la indefensión aprendida, la ansiedad, la depresión, la baja autoestima. Y esto es así, porque estos comportamientos son la manifestación externa de un problema interno localizado en el cerebro.

Pensemos; ¿realmente disfrutan enfadando o haciendo daño a quienes les rodean?  Aunque en ocasiones pueda parecer que sí, la realidad es bien distinta. Hagamos el esfuerzo de meternos en la piel de una personita con TDAH, solo durante unas horas.
La cantidad de mensajes negativos que reciben a lo largo del día resulta increíble y difícilmente soportable para la gran mayoría de nosotros.
  • Antes de salir  de casa, para ir al colegio: “siempre llegamos tarde por tu culpa”, “¿todavía estás sin vestir? ¿no te da vergüenza? Tu hermano ya está listo, ¿pero no ves que te has puesto el suéter al revés?…” Aunque directamente no se lo digamos, ¿qué mensajes recibe?: SOY LENTO, SOY PEOR QUE MI HERMANO, SOY TONTO.
  • En el colegio, antes de entrar a clase: “¿es que siempre tienes que estar empujando, no ves que le has hecho daño?”: SOY MALO.
  • Ya en clase: piden los deberes y no están en su mochila porque olvidó guardarlos después de tres larguísimas horas sentado en casa haciéndolos. Seguramente en esos momentos desearía desaparecer porque sabe lo que le espera, no es la primera vez que le pasa, y no le van a creer. “Y  hoy, ¿qué excusa tienes? ¿seguro que la peonza no se te ha olvidado, verdad?, castigado sin recreo y dame tu agenda…” Y lo peor de todo…, en público.  Reparten el examen corregido, ese que había preparado con mamá y que se sabía tan bien, un 3.75, y también en público. A estas alturas, ya no solo él, sus compañeros también lo saben: ES MENTIROSO, VAGO, TORPE…
  • En el recreo (si no está castigado): “Tú no juegas que nos ganan por tu culpa”,” Tú no, que nunca pasas la pelota”, “Tú vete, que eres un pegón”: SOY PATOSO, SOY MAL COMPAÑERO, SOY MALO, SOY…
Son solo las once de la mañana…y aún queda un largo día por delante. ¿Cómo nos sentiríamos? Destrozados y por los suelos.
Para poder ayudarles, debemos comprender y para poder comprender debemos saber y entender que todos estos comportamientos son la manifestación externa de una alteración en el funcionamiento cerebral.
En la última década, numerosos estudios han demostrado que hay diversas áreas implicadas en el TDAH. Las más afectadas, a grandes rasgos, son:
  • Córtex Prefrontal, dividido en tres áreas, dorsolateral, orbital y medial. Encargado del Sistema Ejecutivo: cómo planificar una acción, iniciarla, controlar si se está haciendo bien o mal, darse cuenta de ello y corregir los errores, ver si se está siguiendo el plan, evitar distracciones, poder ser flexible si las circunstancias cambian y ser capaz de acabar la acción. Los niños con TDAH tienen un córtex prefrontal más pequeño y que funciona a un ritmo menor.
  • Ganglios Basales. Conjunto de estructuras formada por unos núcleos interconectados a través de un circuito cerebral. En general, intervienen en varias funciones como el control motor, emocional y funciones del Sistema Ejecutivo. Contribuyen a desconectar las respuestas automáticas posibilitando que el córtex prefrontal delibere con más detenimiento, y que se coordine  o filtre la información que llega de otras regiones del cerebro.
  • Cíngulo Anterior. Es una estructura implicada en la capacidad de gestionar los conflictos e integrar los procesos inhibidores que necesitamos para regular nuestra conducta.
Por otro lado, se ha observado una insuficiente producción de dos neurotransmisores (sustancias químicas cuyo objetivo es producir una correcta comunicación entre las neuronas) como son:
  • Dopamina. Nos ayuda a mantenernos preparados para actuar, sin que nuestros pensamientos o el mundo exterior nos distraiga. Se encarga de inhibir o modular la actividad neuronal que interviene en la actividad motora, la motivación y la recompensa, el humor, la atención, y el aprendizaje.
  • Noradrenalina. Nos mantiene alerta y atentos. Se encarga de crear un terreno favorable para la atención, aprendizaje, sociabilidad y sensibilidad frente a las señales emocionales.
Ahora que sabemos que hay anomalías, tanto a nivel estructural como a nivel bioquímico,  podemos entender un poco mejor el por qué de los comportamientos y la variabilidad de éstos en el tiempo, de las personas con TDAH.
Un niño con miopía, ¿no ve bien porque no quiere?, ¿lo hace para llevar gafas?, ¿le da igual si le llaman miope, cegato o gafotas?. Un niño con TDAH ¿olvida los deberes porque quiere?, ¿lo hace para que le pongan notas negativas en la agenda?, ¿le da igual si le llaman tonto, vago o malo?
Sabemos que la miopía es una alteración del ojo que impide enfocar correctamente objetos lejanos. Y como sabemos que esto es así y que no es algo voluntario no culpabilizamos a la persona por ello.
Ahora ya sabemos que el TDAH es una alteración del cerebro que impide, entre otras muchas cosas, enfocar correctamente la atención y mantenerla en aquello que se debe inhibiendo los distractores. Y como sabemos que esto es así y que no es algo voluntario, la próxima vez, pensemos, tal vez “sus gafas” no estén bien reguladas o quizás, demasiado empañadas.
En la mayoría de las ocasiones, no es que no sepan lo que hacen, sino que no hacen lo que saben. Comprendámosles y enseñémosles a autorregularse  para que puedan ser los verdaderos dueños de sus comportamientos y de sus vidas y hagan en cada momento lo que saben que deben hacer.
Paqui Moreno, psicóloga y terapeuta en Red Cenit.

domingo, 15 de junio de 2014

Funciones Ejecutivas y Trastornos del neurodesarrollo. Valoración en edad infantil y adulta.

Las funciones ejecutivas (FE) están presentes en cada acción, pensamiento, movimiento o reflexión realizada en todos y cada uno de los procesos de aprendizaje y conducta, son la base de la creatividad, del control de los sentimientos y de la motivación entre otras muchas habilidades.
Las funciones ejecutivas son habilidades cognitivas propias de la corteza prefrontal (CPF), localizada entre la frente y las orejas, que permiten: establecer metas, diseñar planes, seguir secuencias, seleccionar las conductas apropiadas e iniciar las actividades, así como también autorregular el comportamiento, monitorizar-controlar las tareas, seleccionar los comportamientos, y tener flexibilidad en el trabajo cognoscitivo y la organización de la tarea propuesta en el tiempo y en el espacio.
Si bien las funciones ejecutivas tienen su máximo desarrollo entre los 12 y 18 años de edad, donde su funcionamiento se equipara al de un adulto, durante los primeros 5 años de vida éstas y, por ende, la CPF son funcionalmente indispensables. Diversos estudios han demostrado que los bebés, a partir de los 6 meses de vida, ya pueden recordar (aunque de forma frágil), representaciones simples. A los 8 meses de edad son capaces de mantener información on-line que no se encuentre a la vista, al año de vida los niños pueden ‘suprimir respuestas dominantes’. Aunque de forma un tanto frágil, uno de los tres mecanismos de control inhibitorio, el control de impulsos inicia su desarrollo en pleno, alrededor de los 4 años de edad.
Por otro lado, la principal capacidad de las funciones ejecutivas es la habilidad temporal de organizar el comportamiento, el lenguaje y el razonamiento. Estas habilidades, permiten resolver problemas tanto internos como externos.
Los internos se relacionan con lo afectivo, cognitivo y emotivo y desempeñan un papel fundamental. Los externos son el resultado de la interacción del individuo (niño o adulto) con su ambiente, donde lo social, lo cultural, etc, son elementos clave a tener en cuenta para llegar a desarrollar una adecuada y sistemática capacidad y así dar solución a los problemas que encontramos.
Ya sea para la resolución de problemas internos o externos,  las funciones ejecutivas inhiben información irrelevante y ponen en funcionamiento tanto el sistema de atención sostenida, selectiva, como también la memoria de trabajo verbal y no verbal; antes, durante y después de la toma de una decisión.
La importancia de los sistemas mnésicos (la memoria) radica en evocar y poner al servicio de la conducta la información de las consecuencias pasadas ante problemas similares, o sea, relacionar lo que esté ocurriendo en ese momento con situaciones similares ya pasadas que nos sirvan de referencia.
Hablemos ahora, de los trastornos con afectación de las funciones ejecutivas, tanto en el neurodesarrollo infantil como en adultos.
La literatura científica actual coincide en destacar que son numerosos los trastornos en los que se han descrito alteraciones en las funciones ejecutivas. Esta es una clasificación de los trastornos en los que se ha estudiado la afectación de dichas funciones ejecutivas.
Trastornos del neurodesarrollo infantil donde se ven afectadas las funciones ejecutivas son:
  • Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH),
  • Trastornos del aprendizaje,
  • Síndrome de déficit de atención, del control motor y de la percepción,
  • Síndrome de Gilles de la Tourette,
  • Síndrome de Asperger,
  • Trastorno autista (TEA),
  • Síndrome desintegrativo infantil,
  • Depresión infantil,
  • Trastorno obsesivo compulsivo infantil,
  • Trastornos de la conducta y
  • Trastorno explosivo intermitente.
Trastornos en el adulto donde se ven afectadas las funciones ejecutivas son:
  • Abuso de sustancias y fármaco dependencia
  • Psicopatía y trastorno violento de la conducta
  • Esquizofrenia
  • Depresión mayor
  • Trastorno obsesivo compulsivo
  • Daño cerebral focal por traumatismo craneal
  • Enfermedad de Parkinson
  • Enfermedad vascular lacunar
  • Virus de la inmunodeficiencia humana.
Llegados a este punto y conociendo ya la trascendencia de las funciones ejecutivas y los trastornos del neurodesarrollo dónde se ven afectadas. La pregunta más pertinente que podemos hacernos es:
¿Cómo lograr una correcta evaluación neuropsicológica de las funciones ejecutivas?
La evaluación efectiva, eficaz y pertinente de las funciones ejecutivas es, en la actualidad, un reto para la neuropsicología, debido a su carácter multidimensional.
Cada día, se reconoce la importancia de realizar una evaluación precisa de las funciones ejecutivas afectadas en cada paciente. Es de crucial importancia establecer un modelo claro de evaluación que identifique las funciones neuropsicológicas que en realidad se encuentran afectadas, debido a que esto dará la posibilidad de emplear herramientas y programas de intervención mucho mas eficaces y efectivos a la realidad del paciente.
En la actualidad se cuenta no sólo con el apoyo de las pruebas neuropsicológicas de papel y lápiz, sino también con pruebas computarizadas, las cuales permiten tener información acerca de las latencias, variable esta, de vital importancia dentro de la evaluación neuropsicológica, ya que es la que permite diferenciar entre lo normal y lo patológico.
Así, la evaluación neuropsicológica de las funciones ejecutivas resulta ser un proceso inevitable para la clasificación de los perfiles neurocognitivos, los tipos de déficit y los síndromes prefrontales implicados en cada trastorno.

Fuente: Red Cenit.

jueves, 15 de mayo de 2014

¿Qué debemos tener en cuenta en la toma de decisiones? Pautas para los niños con TDAH.

El proceso de toma de decisiones es un aspecto primordial en el desarrollo de cualquier persona. Debido a que los niños con TDAH tienen afectaciones graves en la zona prefrontal del cerebro, provoca que su capacidad para desarrollar el autocontrol, controlar su conducta o plantearse metas a largo plazo se vean afectadas. Estos, y otros aspectos como el uso del lenguaje interno como autoguía, analizar las situaciones que experimentan, contar con una motivación interna, etc. provocan que presenten dificultades y errores a la hora de tomar decisiones, lo que les lleva a cometer actos de los que pueden arrepentirse una vez vean las consecuencias que han tenido.
Por ello, es para nosotros un aspecto fundamental el desarrollar actividades que enseñen a los niños pautas adecuadas para la toma de decisiones, ya que es una habilidad que deben poner en práctica en su día a día en multitud de situaciones diferentes, tanto en el ámbito escolar, como social y familiar. Por supuesto que, nuestra meta final, es formar niños autónomos de adultos, que sepan tomar decisiones coherentes, empáticas y adecuadas a cada situación.
Aunque es complicado, esta es una habilidad que con trabajo, tesón y esfuerzo puede restructurarse e incluso normalizarse. Para ello, es necesario que su trabajo sea continuo, que los niños con TDAH conozcan la importancia que tiene el uso reflexivo de sus impulsos, para ser capaces, ahora y en un futuro, de tomar decisiones correctas.


Entre las pautas y estrategias que queremos inculcarles y que pongan en práctica encontramos:
  • El control de la impulsividad: primordial para cualquier niño con TDAH. Despertar en ellos la necesidad de pensar antes de actuar, de calibrar las situaciones ante las que se encuentran, de forma que sean capaces de prever las consecuencias que pueden tener sus actos.
  • Desarrollar el autocontrol: aspecto muy relacionado con la impulsividad. Es necesario que sean capaces de controlar sus conductas actuando de una forma reflexiva, adecuando sus comportamientos a las diferentes situaciones sociales en las que se encuentren y gestionando la impulsividad.
  • Posponer las gratificaciones: los niños con TDAH demandan y necesitan refuerzos inmediatos a sus conductas, tantos positivos como negativos. El proceso de aplazar estos reforzadores o gratificaciones va unido de la madurez, de aprender a ser pacientes y pensar en las recompensas futuras y no tanto en las inmediatas. En esta actividad se hace mucho hincapié en este aspecto, en la importancia de pensar a largo plazo, en asumir que acciones llevadas a cabo en el presente, que no reciben una gratificación inmediata, nos hacen conseguir recompensas futuras (pospuestas) con las que valoraremos el esfuerzo anteriormente llevado a cabo.

Desarrollo de la actividad.
La actividad está recomendada para niños de 8 a 12 años, por el tipo de material empleado, tanto el vídeo como la presentación. En la realización de las actividades se ha tenido muy presente el rango de edad de los niños a los que está dirigida.



Esta actividad comenzará con el visionado del vídeo `El huevo o la gallina`, cuyo argumento principal es la toma de decisiones. Apoyándonos en él, realizaremos preguntas para analizar el vídeo poco a poco, ir desmigando los pasos que da el cerdo en el vídeo, para extraer toda la información relevante de él. Para ello realizaremos unas series de preguntas dependiendo de la parte que estemos realizando. Por ejemplo:
  • Evidentemente, ha habido algo que ha cambiado al cerdo, ¿qué ha sido?
  • ¿Qué le ha ocurrido?
  • ¿Qué sentimientos ha ido presentando el cerdo?
  • ¿Y la gallina?
Este es un vídeo muy completo, en el que podemos analizar emociones de los personajes, de manera de desarrollamos su identificación y la empatía, concepto que también trabajamos en la actividad a través de preguntas, imágenes de los personajes para que identifiquen y expliquen lo que están sintiendo, etc.
La toma de decisiones es el eje central sobre el que versa la actividad, por lo que nos centramos en ella en dos actividades concretas. En la primera recordamos teóricamente qué es la toma de decisiones, en qué situaciones han tenido ellos que hacerlo, etc. Es muy importante para nosotros que los niños se expresen, que analicen las situaciones que han vivido y como se han desarrollado los acontecimientos, porque de esta manera ven y se hacen conscientes de los errores que han podido cometer y contemplan alternativas que podían haber desarrollados.
A partir de esta última reflexión, engancharíamos con la siguiente actividad centrada en la toma de decisiones; elaborar una lista de pautas, pasos, estrategias a seguir, etc. para poner en práctica a la hora de tomar decisiones. Evidentemente deben ser ellos, guiados por los educadores, quienes debatan y analicen cuáles son los pasos que deben dar, que estrategias para controlar la impulsividad y reflexionar pueden poner en juego para llevar a cabo la mejor toma de decisiones en cada situación. Se trata, como siempre, de hacerlos partícipes de sus aprendizajes, de forma que será mucho mejor para ellos ya que se sienten parte del proceso, asimilan mejor los conceptos y se sienten más realizados.
Para concluir, recurriremos a la asertividad, concepto trasversal implicado en esta actividad. Analizaremos su significado, por qué es importante contar con una actitud asertiva y que beneficios nos reporta.

Rocío Meca Martínez.
Maestra Especialista en Pedagogía Terapéutica de Fundación CADAH.

Fuente:  http://www.fundacioncadah.org/

martes, 15 de abril de 2014

¿Por qué entrenar la Toma de Decisiones en el TDAH?

- ¿Qué mecanismos cerebrales son los que fallan en el TDAH?
La respuesta a esta pregunta es: el área frontal del cerebro. Es en esta zona donde se localizan las funciones superiores del ser humano. Aquellas funciones que regulan las conductas más complejas: planificación, organización, secuenciación, relaciones causales, el razonamiento, el pensamiento deductivo, la toma de decisiones, etc, es decir, aquellas funciones superiores y ejecutivas.
La configuración de las funciones del cerebro está determinada por su localización. Las conductas reflejas, e instintivas se localizan en la parte inferior, en el Cerebro Instintivo, aquel que regula las conductas de supervivencia. El Cerebro Emocional es el cerebro que se dedica a procesar las emociones: la ira, la rabia, la alegría, el deseo, etc. Se activa en situaciones de placer, alegría, tristeza, pena, etc. La regulación de estas emociones estaría a cargo de la tercera entidad de la que se compone el cerebro:
El Cerebro ejecutivo
Es el más desarrollado y complejo. Es el cerebro que estamos midiendo cuando hacemos las pruebas de capacidad intelectual. Lo que hacemos es medir las consecuencias (anticipar las consecuencias de mis actos o de mis pensamientos y las respuestas de los demás), la capacidad para concentrarnos y focalizar la atención (y nos permite establecer un plan de acción y tomar decisiones), dirigirnos a ese plan de acción con perseverancia y con voluntad, tolerar la frustración, e inhibir tanto la conducta como las emociones y las pulsiones.
Pues bien, todo lo desarrollado anteriormente se resume en que, todo depende del lóbulo frontal y más concretamente de la zona prefrontal, centro neurálgico del comportamiento dirigido. Pero haciendo referencia a la inteligencia ejecutiva, se puede decir, que es quién recibe las propuestas, las ocurrencias, las presiones, la inteligencia generadora, seleccionándolas y comparándolas según en el momento donde se encuentren.

- ¿En qué afecta dicha alteración cerebral en el afectado por el TDAH a la hora de tomar decisiones?
El doctor Bronowski señaló que la capacidad para inhibir nuestras respuestas inmediatas y esperar durante un tiempo nos permite:
Evaluar los acontecimientos separando nuestros sentimientos de la información: las personas con TDAH no ejercitan tan bien su habilidad para separar las emociones de la información, con lo cual no pueden guiar adecuadamente su comportamiento porque responden demasiado rápidamente. Como no controlan sus impulsos, no dejan tiempo suficiente para poder separar los hechos de los sentimientos personales.
Crear una conciencia del pasado y de futuro: una persona con TDAH responde demasiado rápido como para poder tener en cuenta sus experiencias pasadas y considerar qué pueden enseñarles los acontecimientos presentes. Lo que se denomina miopía temporal.
Hablarnos a nosotros mismos y usar el lenguaje para controlar nuestra propia conducta: el tercer aspecto producto de la capacidad de inhibir, retrasar nuestras respuestas y por ende, capacitarnos para tomar decisiones responsables y maduras, es la posibilidad de disponer de tiempo para hablarnos a nosotros mismos, lo que se denomina habla internalizada. Las personas afectadas por el TDAH tiene dificultad para contener e inhibir sus respuestas a los sucesos del ambiente que les rodean y por tanto, son menos expertas y eficaces para comunicar reglas o instrucciones, para controlarse así mismas durante el uso de tales reglas e instrucciones y para encontrar soluciones a los problemas que se presentan.
Desglosar la información o los mensajes que nos llegan en partes y combinar esas partes en nuevos mensajes o respuestas (análisis y síntesis): la cuarta habilidad mental importante que el doctor Bronowski atribuye a nuestra capacidad para inhibir la conducta y esperar antes de responder, está relacionada con el uso del habla interna y tiene dos partes:
o La habilidad para desglosar la información o los mensajes que recibimos en partes o unidades más pequeñas (análisis).
o La habilidad para recombinar esas partes en nuevos mensajes o instrucciones (síntesis).

Como los afectados por el TDAH tienen una disfunción en estos procesos, podemos ver como los resultados en experimentos en psicología sugieren que los niños con TDAH no son tan buenos como otros niños cuando se les pide que digan todas las soluciones que se les ocurran a un problema, durante un periodo corto de tiempo.
- La Motivación Interna: los niños con TDAH tienen muchos problemas con la persistencia, o lo que se llama corta duración de la atención. Realmente el problema no es la atención, sino la automotivación. No pueden crear una motivación privada, interna o intrínseca tan bien como los demás y no pueden mantenerse en actividades, planes o metas tan bien como los otros cuando el incentivo es pequeño o es la motivación lo que mantiene la conducta.
- Conclusión.
El TDAH es un problema en la habilidad para inhibir las respuestas, entonces, de acuerdo con la teoría de Bronwoski, podríamos suponer que cualquier persona que presente este trastorno tendrá problemas para tomar decisiones puesto que muestra graves dificultades en las cinco habilidades mentales, anteriormente mencionadas, las cuales nos permiten inhibir nuestras respuestas inmediatas y esperar durante un tiempo, necesario para realizar un buen análisis para la toma de decisiones fundamentadas. Esto es debido a que las personas con TDAH tienen afectado la zona prefontral del cerebro, centro neurálgico del comportamiento dirigido, con lo cual, el proceso de toma de decisiones también queda afectado, por tanto, se ve imprescindible el que exista un entrenamiento planificado, sistemático y constante para rehabilitar dicha zona cerebral alterada. Si todos los agentes educativos que rodean a los afectados por el TDAH (familia, maestros, profesores, educadores, etc) fueran metódicos a la hora de entrenar esta habilidad social necesaria, tal capacidad quedaría parcialmente o totalmente reestructurada para la vida adulta, autónoma y responsable.

`Las decisiones rápidas son decisiones inseguras`. Sófocles.


Bibliografía:
Barkley, Russell A. (2002). Niños hiperactivos. Cómo comprender y atender sus necesidades especiales. Guía completa del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Paidós.
Gamo, José Ramón. "Medidas de Intervención en el aula y estrategias para padres I". Director técnico de la Fundación Educación Activa, director pedagógico del centro CADE.

Fuente:  http://www.fundacioncadah.org/